Esta vez no nos vamos a meter en lo de reluciente, sino que nos vamos a concentrar en las tendencias que si por algo destacan son por apostar esta temporada por verdaderas obras maestras, locuras creativas a pares que van desde el punto de cruz de Dolce & Gabbana a las elegantes tachuelas que plantea Valentino o a la locura comedida de Christian Louboutin.
Los zapatos de cordones comparten esta temporada protagonismo con las hebillas. Carven, Giorgio Armani o Gucci son sólo algunas de las marcas que se atreven a reversionar el modelo monkstrap (que ya les gustaría a los monjes calzar estos pares).
Y los estampados, desde el de camuflaje (Car Shoes o CH Carolina Herrera) al de leopardo (Burberry Prorsum y ASOS), también buscan su sitio. Y nosotros se lo hacemos muy gustosamente, que para eso la temporada tiene sus seis meses de rigor (contando otoño e invierno) y hay días de sobra.
Fuera complejos. Lo que importa esta temporada es marcar nuestro territorio y ya sabes, para atrás ni para coger impulso.
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